A veces, la vuelta de vacaciones puede tener un impacto negativo en nuestro cuerpo y bienestar, ya que solemos pasar de un estado de relajación a altos niveles de estrés. Aquí tienes 7 consejos para tener una transición suave.

1) Ver el retorno como algo natural.

La readaptación a una nueva realidad no es inmediata. Requiere un periodo de (re)adaptación. De la misma manera que su cuerpo no está relajado cuando empieza las vacaciones, cuando vuelve a su actividad profesional, su cuerpo y su mente tendrán que volver a sincronizarse a un ritmo muy concreto, que suele ser más rápido. Este "choque" inicial es esperable y natural. Síntomas como la dificultad para conciliar el sueño y despertarse, la falta de concentración y la falta de productividad inicial son características de la readaptación a un nuevo contexto. Piense que estas reacciones se agravarán cuanto mayor sea el número de días de ocio y el grado de exigencia, en términos de horas y funciones, de cada puesto de trabajo.

2. Evita exigirte a ti mismo lo que no puedes dar:

No seas rígido e inflexible contigo mismo, minimiza: La readaptación a una nueva realidad puede ser diferente para cada uno de nosotros y no debemos esperar ser altamente productivos desde el primer minuto o día. Es necesario (re)adaptarse a nuevos contextos y estímulos, ya sean físicos o humanos. Date cuenta de que tu productividad volverá rápidamente a los niveles esperados.

3 No quierasterminarlo todo el primer día:

Probablemente resulte tentador intentar poner todo en orden, responder a todas las solicitudes pendientes y sentirse operativo al cien por cien. Sin embargo, en este síndrome de superhéroe , te colocarás en una meseta de expectativas irrealizables, nublarás tu concentración en lo básico y distorsionarás tu priorización, culminando en un mar de culpa y frustración.

4. priorizar:

"Roma y Pavía no se construyeron en un día", así que es esencial planificar qué hacer y cómo hacerlo, utilizando como criterios la importancia y la urgencia. Puedes empezar por mirar tu bandeja de entrada de correo electrónico como fuente de planificación. Observa los correos pendientes y elabora un plan de acción: qué debe contestarse de forma rápida e inmediata, qué puede contestarse con un calendario más flexible y qué puedes delegar. Planificar la bandeja de entrada ya no es una pérdida de tiempo, sino una ganancia. Pronto te darás cuenta de que tu inversión dará sus frutos.

5Interactúa con los que te rodean y sorpréndete a ti mismo:

Cuando vuelvas a tu puesto de trabajo y, en consecuencia, a compartir espacio y tiempo con tus compañeros, no dudes en interactuar. Interésate por cómo les han ido las vacaciones a los que te rodean, cuéntales un poco las aventuras que has vivido, refuerza y reactiva el espíritu de equipo y el sentimiento de pertenencia. Aprovecha los descansos, son vitales para este tema, pero también para que tu cerebro se recupere un poco del esfuerzo realizado, dándote tranquilidad y concentración. Las experiencias positivas del trabajo, tu motivación y todos los aspectos positivos de la vuelta al trabajo perduran en tu memoria.

6 Elocio y la relajación no han terminado:

No veas las vacaciones y el trabajo como un binomio de todo o nada, puede y debe haber un término medio y un equilibrio. El contexto de ocio, placer y relajación no ha terminado. Hay fines de semana, días libres y momentos del día en los que no se trabaja. Estos momentos pueden considerarse perfectos para dedicarlos a las actividades de ocio que hiciste en vacaciones. No los desaproveches y llénalos de lo que más te gusta.

7No seas nostálgico:

Céntrate en el presente y evita ser un eterno nostálgico. Aunque es tentador y muy frecuente consolarse con pensamientos como "me encantaría estar en la playa con mis amigos ahora mismo" o "ojalá estuviera de vacaciones ahora mismo", no te ayudarán. Al contrario, te situarán en un plano irreal y nublarán tu pensamiento y tu concentración. Evita estos pensamientos y céntrate en intentar ser feliz en lo que haces cada día. Recuerda, la vuelta no tiene por qué ser una vuelta al "mundo de obligaciones y líos" que asociamos a nuestras vidas después de las vacaciones, la vuelta puede ser una vuelta a la vida que hemos elegido y que durante el resto del año llena y alimenta nuestras vidas.